Este diccionario se diseñó en memoria de Ramón Paz Ipuana (q.e.p.d), (1937 -1992), maestro Wayuu oriundo de La Guajira venezolana, quien se dedicó a investigar su cultura en convivencia con su familia y personas no bilingües, lo que ha posibilitado un importante legado del que la CORPORACION CULTURAL JAYEECHI también se ha beneficiado al llevar a escena temáticas basadas en su valioso aporte.
La poética de la cultura Wayuu recopilada por Ramón Paz Ipuana, corresponde a la necesidad de profundizar entorno al conocimiento de una civilización que a pesar de las amenazas que implica la aculturización, ha sabido resistir los embates que ofrece el espejismo cultural de la globalización. En este contexto Henry Sarmiento P en representación de la Gerencia de Promoción y Desarrollo del Instituto Agrario Nacional (Caracas – Venezuela) considera fundamental, “la conservación y revalorización de la cultura autóctona, factor indispensable en la constitución de aquellos símbolos que tiendan a conformar un Ethos del Desarrollo…” Con inmensa alegría y una gran expectativa se presenta en consideración esta iniciativa cultural, basada en el trabajo de este maestro visionario que con sencillez y humildad se interesó por contribuir en la reafirmación de la identidad ancestral.
Nuestra gratitud al inapreciable legado de este soñador que comprendió la importancia de visibilizar la riqueza del imaginario, los saberes y tradiciones Wayuu. “La fluidez del texto es impresionante, nunca tenemos la sensación de monotonía, pesadez o fastidio”. Se hace necesario esclarecer que gran parte de este compendio que se encuentra entre comillas, corresponde a la información del libro “Mitos, Leyendas y Cuentos Guajiros” del maestro Ramón Paz Ipuana, publicado en el año 1972 por el Instituto Agrario Nacional, como resultado de su trabajo como docente e investigador en La Guajira colombo –venezolana de donde se retoma el “Glosario de Voces Guajiras” .
Fundamentalmente este trabajo busca respetar los derechos de autor, así como pretende no traicionar lo expuesto por el escritor cuando afirma, que en la traducción del wayunaiki al español, “tratamos de ser lo más fiel y original posible de acuerdo a las metáforas del idioma autóctono, sin sacrificar su verdadero sentido” .